¿Qué incluye el servicio técnico de mantenimiento de aire acondicionado?

El mantenimiento del aire acondicionado es un aspecto esencial. Como especialistas en refrigeración, desde General recomendamos un mantenimiento preventivo* por parte del propietario a la vez que se incluya una revisión periódica profesional. Este mantenimiento programado permite conservar la eficiencia energética, garantizar la seguridad técnica de los equipos y evitar el deterioro acelerado de los componentes. El ahorro siempre empieza por la prevención.

¿Quieres conocer las bases normativas aplicables, las tareas fundamentales de mantenimiento y los períodos de revisión para prolongar la vida útil de tu sistema de climatización?

Legislación vigente en España sobre aire acondicionado

El propietario de un aire acondicionado debe saber que, a nivel español, se cuenta con dos marcos normativos que aseguran un trabajo técnico y legal base. Son: 

• RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios): establece las condiciones técnicas y administrativas para la instalación, inspección y mantenimiento de sistemas térmicos (RD 1027/2007 y modificaciones posteriores).
  
• Reglamento (UE) 517/2014 sobre gases fluorados: regula el uso, control de fugas y recuperación de refrigerantes con potencial de calentamiento global (PCA), como los HFC.

El RITE exige revisiones periódicas a partir de una potencia térmica útil instalada de 5 kW, y obliga a conservar un libro de mantenimiento del aire acondicionado actualizado. El reglamento F-Gas, por su parte, fija la periodicidad de las inspecciones en función de la carga equivalente de CO₂ contenida en el circuito frigorífico.

¿Qué se debe revisar durante el mantenimiento del aire acondicionado?

Al margen del marco legal, las actividades técnicas a realizar se pueden dividir según la ubicación de las unidades de refrigeración, o sea, interior y exterior. 

Unidad interior

En el mantenimiento en la unidad interior el técnico se centrará en la limpieza técnica de los componentes encargados de la captación del calor:

• Limpieza de filtros de retorno, turbinas y baterías evaporadoras. La acumulación de polvo reduce el intercambio térmico y puede generar bloqueos parciales en el paso de aire.
• Inspección del sistema de condensación: debido a la humedad generada, las bandejas de drenaje deben desinfectarse para evitar la proliferación de microorganismos y la obstrucción del desagüe.
• Verificación del caudal de aire impulsado, que permite evaluar el rendimiento volumétrico del ventilador y detectar obstrucciones mecánicas.

Unidad exterior

En esta tarea, el técnico deberá revisar puntos de compresión y rechazo térmico al exterior:

• Evaluación del compresor: comprobación de ruidos anómalos, consumo eléctrico, temperatura de trabajo y posibles vibraciones mecánicas.
• Limpieza del intercambiador exterior, que suele obstruirse por partículas del ambiente, especialmente en zonas urbanas, industriales o costeras.
• Medición de presiones y temperaturas en el ciclo frigorífico, cálculo de sobrecalentamiento y subenfriamiento, indicadores clave del estado operativo.

Cuando la unidad está suspendida en fachada, es imprescindible verificar los anclajes estructurales y el estado anticorrosivo de las fijaciones.

Pautas de revisión recomendadas

Debemos recordar que el instalador debe entregar una hoja o cumplimentar el libro de mantenimiento, donde se anotan todas las revisiones. Por ello, desde General siempre recordamos que la intervención debe ser siempre ejecutada por personal técnico certificado, con experiencia en diagnóstico frigorífico y formación en normativa F-Gas y RITE. 

Aunque el RITE establece intervalos mínimos, desde el punto de vista técnico y para un buen mantenimiento del aire acondicionado, nosotros recomendamos adoptar las siguientes frecuencias para cada tipo de instalación: